Finlandia Y Varanger (Noruega) 7 (2006) La Costa Este De Varanger

Colonia de Rissa tridactyla. C.M. Aguilar Gรณmez.
Recorriendo la parte oriental de la penรญnsula de Varanger pasamos por pueblos de pescadores como Sttore Ekkeroy, con sus coloridas casas de pescadores, donde visitamos una densa colonia de gaviota tridรกctila (Rissa tridactyla). Las aves se encontraban tan seguras al lado del pueblo que podrรญamos haber alargado la mano y sacado del nido unas cuantas. Tan poco amenazador es un humano en estas latitudes. Vaya diferencia con lo que ocurre en el resto de Europa.

Otras aves que vimos en los alrededores de Sttore Ekkeroy fueron los bisbitas gorgirrojos (Anthus cervinus) y los falaropos picofinos (Phalaropus lobatus).




Renos en la tundra. Foto: C.M. Aguilar Gรณmez.
El destino de aquella maรฑana era la localidad de Vardo. A ambos lados de la carretera se sucedรญan pastizales y matorrales rastreros donde pastaban rebaรฑos de renos. Tambiรฉn algunas ovejas. En la tundra eran comunes los pรกgalos parรกsitos (Stercorarius parasiticus) y raberos (Stercorarius longicaudus). Algunas de esas aves debรญan tener sus nidos no muy lejos del suelo que andรกbamos, por su insistencia en no alejarse de nosotros.

Vardo es el puerto donde se toman los barcos para Hornoya y Reinoya, dos pequeรฑas islas con densas colonias de gaviotas y รกlcidos. 





Aves en la costa de Hornoya C.M. Aguilar Gรณmez.
En mi caso era la primera vez que pisaba una colonia de aves marinas como aquella. Aรฑos atrรกs habรญa visto una en las Islas Lofoten en Noruega, pero desde el mar, sin poder bajar. El espectรกculo desde tierra no tenรญa comparaciรณn.  

Nada mรกs llegar a Hornoya empezamos a ver cientos y cientos de aves marinas en su ir y venir de los cortados al mar. Esta isla cuenta con varios acantilados y un faro en el que disfrutamos de la abundancia de aves a pesar de la lluvia fina que caรญa. Las aves aprovechaban hasta el รบltimo hueco disponible en aquel lugar para criar, el panorama era sobrecogedor.





Frailecillos (Fratercula arctica). Foto: Sebastiรกn Lara.
Las aves mรกs abundantes eran las gaviotas tridรกctilas y los araos comunes pero tambiรฉn  eran numerosos los frailecillos atlanticos (Fratercula arctica), las alcas (Alca torda), los araos aliblancos (Cepphus grylle) y los cormoranes moรฑudos (Phalacrocorax aristotelis).

El movimiento de aves en torno a los cortados era tal que, en una ocasiรณn, a Diego le cayรณ encima un รกlcido de algรบn tropiezo aรฉreo. Cuando lo tomรณ en sus manos resultรณ ser un arao de Brรผnnich (Uria lomvia), que tambiรฉn es casualidad porque de los dos araos ese es el mรกs escaso.






Diego  con Arao Brรผnich.  C.M. Aguilar Gรณmez.
Tras el subidรณn de adrenalina que fue la visita a las islas, regresamos a Vardo y continuamos la carretera de la costa. En el camino vimos escribano nival (Plectrophenax nivalis) y escribano lapรณn (Calcarius lapponicus). Al final del trayecto, en Hammingberg encontramos un autรฉntico paisaje de fin del mundo, desolado, pura tundra, con un mar embravecido y olas azotando con fuerza la costa. Habรญamos abandonado la protecciรณn del fiordo y salรญamos a la zona expuesta a los vientos del Mar de Barents, tenรญamos el puro รrtico en nuestras narices.

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