Finlandia Y Varanger (Noruega) 5 (2006) Mirando Al Norte

Renos pastoreados en el norte. C.M. Aguilar Gรณmez.
Tras los dรญas pasados en Oulu emprendimos camino hacia el norte. La penรญnsula de Varanger estaba lejos aรบn, asรญ que dedicamos un par de dรญas a la conducciรณn con paradas muy puntuales. En la carretera, a las tรญpicas seรฑales de peligro de alces, hubo que sumar las de advertencia por presencia de renos. Ya no eran referidas a un tramo en concreto, podrรญamos encontrarlos por ¡todo el norte del Finlandia!

El paisaje boscoso tenรญa cada vez menos claros para la agricultura y una apariencia mรกs salvaje. El primer dรญa cruzamos el cรญrculo polar รกrtico, un lugar que allรญ es la excusa para montar tiendas y comercios a pie de carretera relacionados con la figura de Santa Claus.

 



Sebas y Diego en Petkula.  C.M. Aguilar Gรณmez. 
Una de las paradas fue en la ciรฉnaga de Petkula, un lugar donde es posible ver el correlimos falcinelo. Pero no hubo suerte. Aun asรญ, disfrutamos de un ratonero calzado (Buteo lagopus) y de los vuelos nupciales del andarrรญos bastardo (Tringa glareola).

De paso por la Laponia finlandesa, dormimos en el camping de Ivalo, en un par de cabaรฑas de madera. A esa latitud, la incipiente primavera que habรญamos visto en el sur y centro del paรญs habรญa cambiado ya por un tiempo de perros y habรญa que administrar bien los minutos que uno dejaba las manos expuestas a la intemperie al manejar los telescopios.




Abedules aรบn sin brotar.  C.M. Aguilar Gรณmez.
Entre Ivalo y la frontera con Noruega el bosque se fue haciendo cada vez mรกs raquรญtico y, llegado un momento, solo los abedules retorcidos aguantaban aquel clima. Mirando el paisaje desde el coche, por sorpresa, reconocimos una lechuza gavilana posada que estaba siendo hostigada por pinzones reales (Fringilla montifringilla) y zorzales alirrojos (Turdus iliacus).  

Si eso no fue buena suerte, no se que otra cosa puede serlo. Allรญ, en la inmensidad del bosque, un bicho nocturno como aquel que tanto nos habรญa costado encontrar en Oulu. De no haber sido por aquellas pequeรฑas aves nos habrรญa pasado desapercibida.




Pechiazul (Cyanecula svecica).  C.M. Aguilar Gรณmez.
Con la excusa de la lechuza paramos a dar una vuelta y a desentumecer las piernas de tanto viaje en furgoneta. Si estaba allรญ la lechuza, el sitio debรญa ser bueno, pensamos, y no nos defraudรณ. En un corto recorrido vimos pechiazul (Cyanecula svecica), pardillo sicerรญn (Acanthis flammea) y pardillo de Horneman (Carduelis hornemanni) entre otras pequeรฑas aves.

En el suelo abundaban arbustos rastreros con bayas maduras, entre ellas los frutos rojos de los arรกndanos (Vaccinium vitis-idaea) y los negros de una especie de camarina (Empetrum nigrum).




Camarina (Empetrum nigrum) C.M. Aguilar Gรณmez.
Encontrar una camarina allรญ fue una sorpresa, ya que la รบnica que conocรญa (Corema album) era una planta costera de las dunas de Doรฑana, una que se distribuye por el sureste de la penรญnsula Ibรฉrica. El hรกbitat de esa camarina de la tundra no puede ser mรกs distinto pero, bien mirado, ambas plantas se parecen en todo salvo en el color de sus frutos.

Tras un par de dรญas de conducciรณn llegamos a la frontera con Noruega donde, contrariamente a lo que creรญamos, no encontramos ningรบn puesto ni aduana para cambiar de paรญs. Asรญ, al final del segundo dรญa de viaje nos plantamos al fondo del fiordo de Varanger, una de las mecas de nuestro viaje ornitolรณgico.Related links

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